lunes, 28 de noviembre de 2011

Cómo Amamantar Correctamente A Tu Bebé

Es normal pasar muchas horas al día amamantando, si no buscas estar cómoda sufrirás dolor de espalda y las tomas se harán interminables. Es bueno tener preparado un lugar cómodo, por ejemplo, un sillón y cojines donde apoyar los brazos mientras sujetas al bebé o apoyar al bebé para liberar una mano. También puede serte útil un reposapiés. Las tomas de las primeras semanas suelen ser prolongadas, y se recomienda, antes de empezar, tener a mano todo aquello que se pueda necesitar (pañuelos, teléfono, mando a distancia, libro, vaso de agua).

Posición del bebé al pecho
Los bebés maman mejor cuando la madre está reclinada hacia atrás. Es importante  no amamantar nunca encorvada sobre el bebé. En el caso de posturas estiradas también habrá que disponer a apoyo para la cabeza. Existen distintas posiciones para colocar al bebé y múltiples combinaciones de ambas.
En cualquier caso y sea cual sea la postura o posición escogida, es importante verificar que el bebé esta succionando correctamente, con la boca bien abierta, los labios evertidos, la lengua debajo del pezón, y nariz y barbilla tocando el pecho.

No debes temer que el bebé sufra asfixia, pues nacen con un instinto de supervivencia, y se apartarán de cualquier cosa que les obstruya las vías aéreas. De hecho, cuando un bebé está resfriado y la mucosidad retenida en la nariz le impide respirar por ésta, se aparta del pecho echando la cabeza hacia atrás por no poder mamar y respirar por la boca al mismo tiempo. No es necesario pinzar el pecho con los dedos ni apartar la nariz del bebé. La característica "naricilla chata" de los bebés les permite respirar por los orificios nasales aunque tengan el rostro literalmente pegado al pecho materno.  

El agarre espontáneo
Igual que todas las demás crías mamíferas nuestro bebé es capaz de alcanzar el pecho y mamar o correctamente si se lo permitimos.
Todo fluye mejor cuando no se siguen técnicas y dejamos que todo surja de modo espontáneo. Para ello, debes estar  semi-acostada o sentada con la espalda reclinada hacia atrás, y colocar el bebé boca abajo sobre ti, con la cabeza situada entre tus pechos descubiertos, de modo que no quede ni un trozo del cuerpo de tu bebé que no esté en contacto con el tuyo. No es necesario sujetarlo, solo vigilarlo, porque la propia gravedad lo mantiene firme. 
Permite que tu bebé cabecee, busque y escoja un pecho y golpee repetidamente con la barbilla hasta prenderse solo. Puede tardar entre 10 y 60 minutos si acaba de nacer, menos de 10 minutos si ya lleva tiempo mamando. En ocasiones, el tamaño y forma del pecho pueden dificultar el proceso. Si este es tu caso puedes ofrecerle el pecho sujetándolo entre los dedos pulgar e índice, como si se tratara de un sándwich.
La postura ventral, en contacto directo cuerpo a cuerpo, es la que adoptan instintivamente todas las crías de primates para mamar. Se ha  comprobado que los bebés humanos pueden mamar con eficacia y sin dañar a su madre en esta posición aunque tengan alguna limitación mecánica de la succión.
Posición Sentada
Postura madre sentada- Bebé estirado: El bebé estirado frente a la madre en contacto con su cuerpo, mamando de un pecho y con sus pies hacia el otro pecho. Es importante que los dos vientres se encuentren alineados. Es la más habitual.

Postura madre sentada – Bebé posición "de rugby": El cuerpo del bebé pasa por debajo del brazo de la madre y sus pies apuntando a la espalda. Esta posición es muy útil para drenar los conductos que se encuentran en la cara externa de los pechos y así prevenir, o si es el caso curar, posibles obstrucciones o mastitis que, aunque puede darse en cualquier zona del pecho, suelen ser más frecuentes en ésa.

Postura madre sentada – Bebé posición caballito: el bebé está sentado a horcajadas sobre una de las piernas de su madre. Aunque poco frecuente, esta posición puede ser muy útil con bebés con dificultades para fijar el pecho, bien por retrognatica (maxilar inferior corto o retraído) u otras causas. 
En esta posición conviene que, al introducir el pecho en la boca del bebé, el pezón apunte "hacia arriba" en dirección a su paladar, de forma que una buena porción de pecho descanse sobre el labio inferior facilitando el agarre.

Postura los dos estirados y en paralelo: este modo facilita el descanso de la madre. Es especialmente útil si la madre todavía siente molestias tras el parto, sobre todo si ha sido sometida a una episiotomía o cesárea. También es muy útil para amamantar por las noches o si simplemente se quiere descansar un rato.

Postura estirados en paralelo inverso: la posición del bebé es inversa a la anterior. Puede ser útil, en caso de obstrucciones o mastitis localizadas en la parte superior del pecho.

Postura "a cuatro patas" – Bebé posición "boca arriba": poco frecuente en el amamantamiento diario, se usa cuando la madre tiene una obstrucción o mastitis localizada en la parte superior del pecho, ya que de ese modo se facilita el drenaje de esos conductos.

Estas posiciones son propias de bebes con una autonomía de movimientos muy limitada. Los bebés mayorcitos pueden mamar cómodamente en las posiciones más inverosímiles.

Nociones básicas para posicionar correctamente un bebé
1.    La madre se sitúa en la postura elegida apoyando bien espalda y pies.
2.    Se acerca el niño al pecho allí donde quede éste sin desplazarlo.
3.    Se coloca al bebé perpendicular a la orientación del pezón.
4.    Se enfoca nariz – pezón.
5.    Antes de abrir la boca, sin necesidad de  ladear, doblar o girar el cuello, el pezón ha de estar frente a la nariz del bebé.
6.    Cuando abre la boca, acercar al bebé con rapidez y decisión al pecho.
7.    Madre e hijos han de quedar cuerpo contra cuerpo (frente a frente).
8.    El pezón ha de quedar apuntando al paladar del bebé.
9.    Nunca el pecho ha de ir hacia el bebé, es el niño el que va hacia el pecho.
10. La cabeza del bebé no ha de quedar en el hueco del codo, sino en el antebrazo.
11. La madre no sujeta al bebé por las nalgas con esa mano, sino que ésta queda a mitad de la espalda, aunque puede sujetarlo con la otra.
12. Es recomendable evitar el uso de ropa o mantas que aumenten la distancia del bebé al pecho.

Signos de buena posición
§  La cabeza y el cuerpo del bebé están en línea recta.
§  La cara del bebé mira hacia el pecho.
§  La madre mantiene el cuerpo del bebé cerca de ella.
§  Si el bebé es un recién nacido, la madre lo envuelve en un abrazo. No lo sujeta solamente de la cabeza y los hombros.
Signos de buen agarre
§  El mentón y la nariz del bebé están cerca del pecho de la madre.
§  Los labios del bebé están evertidos, sobre todo el inferior bien doblado hacia abajo.
§  La boca del bebé está bien abierta.
§  Se observa más areola por encima de la boca del bebé que por debajo (agarre asimétrico).

Signos de buena succión
Al inicio la succión es rápida y superficial. Después  de alrededor de un minuto cambia a succiones lentas y profundas, con pausas intermedias. El ritmo normal de la succión de un recién nacido es de ciclos encadenados de 10 a 30 succiones en los que el bebé respira con normalidad sin necesidad de interrumpir la succión. Si tu bebé realiza de 3 a 5 succiones consecutivas, seguidas de una pausa de la misma duración del episodio de succión para poder respirar, probablemente tenga una succión inmadura y ello pueda causar dificultades para que se alimente bien. 
Lo normal es que si hay silencio ambiental puedas escuchar como traga durante unos minutos en cada toma mientras observas un movimiento mandibular amplio que denota que está tragando.
Además podrás ver que:
§  La lengua del bebé está debajo de la areola.
§  Se observa un movimiento en el punto de articulación de la mandíbula.
§  La mejillas no se hunden, sino que se ven redondas y llenas.

A tener en cuenta
La posición del niño al pecho es uno de los aspectos que más influyen en el éxito de la lactancia. La lactancia es un proceso activo por parte de sus dos protagonistas, madre e hijo. Por un lado la leche no espera pacientemente en el pecho a que alguien la saque, sino que es empujada por la acción de una hormona, la oxitocina. El bebé tampoco es pasivo, no espera con la boca abierta a que le caiga la leche que gotea sola, sino que tiene que hacer unos movimientos de succión determinados para obtener toda la leche que necesita.  Para que todo este proceso sea óptimo, la posición y la succión del bebé han de ser correctas, y la lengua tiene que tener total movilidad ya que pueden surgir problemas si el frenillo lingual es corto.
Ir alternando diversas posiciones facilita el correcto drenaje de todos los conductos del pecho y previene la aparición de obstrucciones y mastitis.
La lactancia no es un proceso totalmente instintivo en el ser humano sino que precisa de un aprendizaje social. Ver a otras madres amamantar correctamente a sus hijos facilita que el propio bebé mame en posición adecuada.
Se ha observado que, cuando en el mismo momento de nacer (antes de lavarlo, pesarlo, practicar profilaxis oftálmica o cualquier otra maniobra; a veces incluso antes de cortar el cordón) un recién nacido es colocado desnudo sobre el cuerpo desnudo de su madre, y se le deja con ella durante dos horas sin interrupciones, casi todos los bebés se arrastran por sí mismos hacia el pecho, localizan el pezón y maman de forma espontánea en posición correcta, en un momento variable entre unos 20 minutos y algo más de una hora después del parto.
Sin embargo, también se ha observado que muchos recién nacidos no consiguen mamar correctamente si están bajo los efectos de la petidina administrada a la madre durante el parto, o si son separados de la madre durante 20 minutos (entre el minuto 20 y 40 postparto), aunque luego les vuelvan a dejar en contacto con la madre. Cuando coinciden ambos factores (petidina y breve separación) casi ningún recién nacido logra mamar en posición correcta.

Los factores que favorecen la posición correcta del bebé al pecho son:
§  Una buena información de la madre.
§  El inicio temprano de la lactancia.
§  Evitar el uso de chupetes y biberones para prevenir el Síndrome de Confusión de Pezón.
§  Apoyo profesional durante la estancia hospitalaria.

Los signos y síntomas de un Síndrome de Posición Inadecuada pueden ser:
§  Mejillas hundidas, succión rápida y ruidosa, movimientos periorales.
§  Dolor y grietas en los pezones.
§  No soltar el pecho por sí mismo.
§  Ingurgitación, a veces mastitis.
§  Reflejo de eyección intenso y repetido.
§  Atragantamiento, a veces rechazo del pecho.
§  Vómitos y regurgitaciones.
§  Escaso aumento de peso.
§  Tomas frecuentes y prolongadas (las tomas de más de una hora que casi se empalman unas con otras, pueden ser normales en algunos niños de pocas semanas, pero también pueden ser indicio de mala posición, por lo que ante la duda es conveniente verificar la posición y la succión del bebé).

Los signos de un Síndrome de Confusión de Pezón debido a la interferencia de chupetes y biberones  pueden ser:
§  El bebé se “pelea” con el pecho en algunas tomas, parece nervioso, confundido y acaba agarrándose correctamente después de un rato que parece que no lo consigue. Es posible que al principio lo haga solo en alguna toma, pero si la interferencia con tetina sigue lo normal es que acabe haciéndolo en todas las tomas y que incluso en algunas no logre cogerse al pecho, hasta que deje de mamar por completo.
§  Cuando se agarra la boca del bebé está muy cerrada, sólo es capaz de abarcar el pezón y no la areola.
§  Y la posición y movimientos de la lengua difieren, el bebé tiende a mover la lengua delante del pezón en vez de colocarla debajo.

Algunos factores físicos, tanto por parte del bebé (frenillo lingual corto, retrognatia), como de la madre (tamaño y orientación del pecho o el pezón), pueden dificultar un correcto agarre del bebé al pecho. En algunos casos habrá que intervenir externamente (cortar el frenillo corto), en otros es posible que el problema sólo se dé en según qué posiciones. Si éste es el caso será cuestión de identificar qué posición es la más adecuada a ese binomio madre / hijo.
Los pezones planos o invertidos no tienen por qué ser un obstáculo para una correcta posición, ya que el bebé mama de la areola, no del pezón.
El uso de pezoneras puede ser útil en algunos casos difíciles en los que el bebé es incapaz de agarrar el pecho de cualquier otro modo, pero también puede ser causa de otros problemas, como bajada de producción de leche, por lo que su uso ha de ser muy prudente.
Hacer “la pinza”, o sea, sujetar el pecho entre los dedos índice y corazón, puede ser factor de riesgo para una mala posición y succión, ya que impide al bebé abarcar bien el pecho con la boca. También puede aumentar el riesgo de obstrucciones. Si hubiera que sujetar el pecho con una mano, mejor hacerlo con el pulgar y el índice colocados “en forma de C” arriba y debajo de la areola y sin comprimir el pecho.
Reconducir una posición o succión inadecuada hasta conseguir una lactancia exitosa y satisfactoria es posible, con información, paciencia y apoyo adecuados.

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