sábado, 24 de agosto de 2013

Bebés Y Niños: Contener La Respiración Y Fiebre Convulsiva

Contener la respiración

Tipos:
1-      Ataque cianótico: estos ataques aterrorizan a los padres pero raramente dañan al niño. Comúnmente se dan entre las edades de 18 meses y los 4 años, pueden aparecen antes del año en niños con comportamiento muy negativo. Se da cuando el niño realiza una actividad primordial para él que se ve cortada por lo padres.
Allí es cuando decide que contener la respiración es mejor represalia que una pataleta normal. Entonces el niño grita profundamente tres veces, siendo el último el más extenso llegando al punto en el que los pulmones se vacían completamente de aire. Los padres quedan a la espera de la siguiente respiración pero no ocurre. Durante los siguientes 15 segundos el niño voluntariamente contiene la respiración, lo que inevitablemente lo pone azul y causa desmayo. Una vez inconsciente, el niño pierde el control voluntario de la respiración, el cuerpo de reinicia y la respiración vuelve. El estado consciente vuelve en 15 segundos. Muy raramente termina este episodio en convulsiones.
Qué hacer? Los padres deben tener seguridad de que no es otro tipo de problema médico. Para parar este comportamiento lo mejor es tratarlo como cualquier otra pataleta, debe ser totalmente ignorado, puesto que hacer mucha alharaca del mismo solo contribuye a que se repita. Hay que tratar de demostrar que se le ignora, controlarle mientras está inconsciente y no bien comienza a volver en sí, desaparecer de su vista. El niño volverá en sí y buscará a su audiencia, dándose cuenta de la pérdida de tiempo ya que todos se han ido. Este comportamiento es muy raro verlo más allá de los 4 años.

2-      Ataque pálido, desmayo: los niños que los sufren son niños muy sensibles al dolor o al miedo, y cualquiera de estos dos puede desencadenar un ataque. De adulto serán aquellos q teman una hipodérmica o muestra de sangre. Un niño de dos años camina bajo una mesa y se golpea la cabeza, no llorará sino que se desmayará automáticamente. Su pulso caerá dramáticamente y se verá muy pálido. La recuperación es muy rápida, es el equivalente al desmayo en los adultos.
Qué hacer? El mismo tratamiento que en el desmayo en adultos. Asegurar la posición del niño sobre suelo plano, de espaldas o de lado, y que su respiración no está siendo obstruida. Una vez en horizontal el fluir normal de la sangre se restituye hacia el cerebro y nada mas debe hacerse. Para ayudar puede elevarse los pies.

Ataque febril o fiebre convulsiva
En algunos niños el cerebro en desarrollo parece ser muy sensible a los incrementos de temperatura. Esto les puede ocasionar ataques ante un aumento de la temperatura. Estos ataques son más comunes entre las edad de 6 meses y 3 años, y muy raramente ocurren pasados los 5 años. 4% de los niños en estas edades tendrán un ataque de estos.
El ataque puede sobrevenir rápidamente. Algunos niños apenas se encuentran un poco mal y no dan señal alguna de lo que va a suceder. El niño repentinamente se pone rígido, se le dan vuelta los ojos y la respiración se torna laboriosa. Luego comienzan a temblar o sacudirse. Luego se relajará su cuerpo y se sentirá confuso y aturdido. Pasado este episodio se dormirán profundamente y se despertarán totalmente recuperados. Normalmente estos ataques no suelen superar los 5 minutos.

Tratamiento: si el niño tiene temperatura elevada debe tratar de bajarse para prevenir convulsiones. Si tiene un ataque debe apoyarse al niño gentilmente sobre el suelo liso y de lado para prevenir ahogamiento. No entrar en pánico. Este ataque no daña al niño solo los nervios de sus padres. Quédate con él en vez de salir corriendo a por ayuda. No introduzcas cucharas u otros objetos en su boca. Su problema de respiración no se debe a ahogo. Luego del primer ataque debe visitarse al pediatra para obtener un plan de ataque ante aumentos de la temperatura. Estos ataques no seguirán toda su vida, pero un niño que los ha sufrido es más propenso a repetirlos. Si el ataque no finaliza en 5 minutos debe llamarse a emergencias.

Nota: Artículo extracto del libro New Toddler Taming de Christopher Green

No hay comentarios:

Publicar un comentario